Aun cuando las neurosis se encuentran entre los trastornos más comunes de la práctica médica, probablemente ninguna otra entidad clínica es, con tanta frecuencia, tan mal comprendida. En vez de utilizarlo exclusivamente para un grupo específico de trastornos mentales, la palabra se ha vuelto de uso popular para describir trastornos emocionales de la más diversa naturaleza. Con mucha frecuencia se titula de “neuróticos” a individuos con un comportamiento excéntrico o un poco inestable.
Trastornos de esta clase afectan de manera fisiológica y psicológicamente a los individuos que presentan este cuadro clínico.
Di Mascio, (1970) dijo: “Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada”.
Son trastornos mentales sin una base orgánica demostrable, en los cuales el paciente puede tener un considerable poder de auto observación y una sensación adecuada de la realidad; en ellos lo más común es que no se confundan las experiencias patológicas subjetivas y sus fantasías, con la realidad externa. La conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de límites sociales aceptables; pues la personalidad no está desorganizada.
Típicamente, la conducta neurótica es repetitiva, conduce a una mala adaptación y es insatisfactoria. Funcionalmente, las neurosis son reacciones inadecuadas a las causas de estrés.
En consecuencia, muy a menudo los síntomas incluyen angustia y una exageración o hiperactividad de los mecanismos que el paciente emplea comúnmente para resolver su angustia y el estrés.
Las neurosis pueden ser de tipo recurrente y se manifiestan de la misma forma a través de toda la vida del paciente. Pueden variar de gravedad, desde episodios leves hasta una enfermedad grave e incapacitante, que incluso requiera hospitalización. Neurosis antiguamente quiso decir lleno de nervios.
Las manifestaciones principales incluyen una angustia exagerada, síntomas histéricos, fobias, síntomas obsesivos y compulsivos y una depresión grave.
El cuadro clínico puede ser diverso, pero se caracteriza por dolor de cabeza, voluntad débil, perdida de las ganas de trabajar y sueño alterado. Muchos hombres y mujeres que padecen de estos síntomas, realizan su trabajo diario y cuando acuden al médico no se les encuentra lesión alguna. La personalidad mental de los neuróticos sufre una serie de reacciones nerviosas muchas veces silenciosas, suscitadas por el ambiente que lo rodea.
Los episodios neuróticos aparecen más frecuentemente entre los 25 y los 45 años y, con excepción de las neurosis hipocondríacas, siguen aumentando hasta los 60 años de edad.
Las mujeres parecen ser más susceptibles a los rasgos histéricos y a las neurosis depresivas.
“Rosenhan, D (1975). Funcionalmente las neurosis son reacciones inadecuadas a las causas del estress”. Se pueden presentar también después de un gran susto o disgusto. Estas reacciones inadecaudas se deben a una serie de “programas mentales negativos” (recuerdos reprimidos) que no son contralados por el paciente y que además aumentan la liberación de adrenalina al activar en gran medida el sistema nervioso vegetativo simpático.
Se habla de 8 tipos diferentes de neurosis, finalmente TODAS se producen por este tipo de programaciones mentales. En el CENTRO de TERAPIAS PSICOLOGICAS usando la psicoterapia de la neurosis la persona disminuirá su nivel de estrés y también modificará radicalmente su respuesta a las situaciones estresante. Aumentará su empatía lo que le permitirá llevarse mejor con su familia y las personas que le rodean.